martes, 7 de mayo de 2019

ROBERTITA

Mamá me ama desde el primer momento en que me vio, cuando me levanto de esa cajita en el parque. Ama mi colita de un color diferente al resto de mi cuerpo y ama mi orejita aunque alguna mala persona me la quemó mientras se reía. Yo también amo a mi mamá.
Ya llevamos tres años juntas. Ella estudia por la mañana y trabaja a la noche, pero siempre las tardes son mías, vamos al parque y jugamos con la pelota que me regaló el primer día que nos conocimos.
En el último tiempo, mamá no sale de noche, creo que ya no trabaja, no entiendo por qué, pero ahora tiene más tiempo para mí. De vez en cuando falta a la facultad, no está enferma pero supongo que quiere descansar, correr conmigo en el parque la debe dejar agotada.
Esta noche estamos acostadas en la cama, me hace caricias en el lomo y yo no puedo evitar quedarme dormida. Llora mientras mira la televisión y le doy besos para que se calme, a lo que me dice "es solo la película, Robertita" y sonríe. Eso me tranquiliza.
Hoy llego de la facultad llorando, está vez no había ninguna película puesta, ¿Que pasa, mamá? No llores, me gusta cuando sos feliz. Ella me abraza con toda la fuerza del mundo y llora todavía mas. Llama a Felipe, su hermano, y le pide que por favor me cuide... ¿Vas de vacaciones, mamá? Voy a extrañarte, espero que vuelvas pronto. Escribe sin parar de llorar, eso no parece algo de la facultad, es más como una carta. Me da un último beso y se encierra en la habitación.
Luego de unos minutos escucho un ruido que me aturde, no entiendo nada, pero tengo que saber que mamá está bien. Lucho cómo puedo para abrir la puerta, hasta que lo consigo, y mamá está en la cama, las sábanas se tiñeron de rojo, mamá no respira pero todavía hay una última lágrima callendo por su mejilla. ¿Por qué lo hiciste mamá? ¿Por qué no puede ayudarte a seguir?

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